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| Colección Sergio Arellano |
En la publicación anterior omití, por falta de
memoria y no por alguna razón equívoca, mencionar entre los autores que he
consultado para conjuntar historias del Querétaro Barroco, a:
Ing. Sarbelio Moreno Negrete
José Guadalupe Ramírez Álvarez
Iniciamos la
crónica a cerca de las casonas en el entorno de la Plaza Mayor.
AL NORTE.
“LAS CASAS REALES”. (Real Cárcel,
Cárcel del Estado, Palacio de Gobierno, Palacio de la Corregidora)
Nos
ubicaremos en la zona norte de la Plaza Mayor, hacia donde tiene su mirada el
Marqués: el que ahora conocemos como: “Palacio de la Corregidora”.
En la
relación de Hernando Vargas en el año de 1582, relativo a la fundación de Querétaro,
se dice: "Se marcó el sitio que
debía ocupar la Plaza y la Casa del Cabildo".
La versión
histórica nos dice que las Casas Reales fueron construidas entre 1766 y 1770
por el corregidor de Querétaro José de la Rocha y Lans en un terreno propiedad
de una indígena: doña María Jimena. Sin embargo, es muy probable que las casas
reales ya existieran con anterioridad en ese lugar pero en condiciones tales
que amenazaban con derrumbarse.
La
construcción de este edificio favoreció la construcción de las magníficas
residencias alrededor de la plaza, posicionándola como el espacio donde se
ejercía el poder político y donde se asentaba la aristocracia de Querétaro.
También
sirvió como detonante del desarrollo urbano de la zona al ser un elemento que
integraba la Plaza San Francisco con el Convento de la Cruz.
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| Jaime Font |
En el plano
de la ciudad de 1620 ya se registra el predio mencionado con una barda
almenada.
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| Carlos Arvisu |
En el plano
de 1712, se aprecia el espacio de la plaza, las casas del entorno y un edificio
de dos plantas en el lugar, el cual fue demolido para iniciar la construcción
de las Casa Reales, Casa de Cabildo y las Cárceles Reales en 1766.
La obra fue
terminada en el año de 1770, gracias a las aportaciones económicas de Don José
Martín de la Rocha, como consta en la placa conmemorativa ubicada en el
descanso de la escalera principal del palacio y que a la letra dice:
"Reinando la Católica Majestad del Sr. D.
Carlos III y Croix, se fabricaron estas Casas Reales y Cárceles a expensas y
solicitud de D. Martín Joseph de la Rocha, abogado de los Reales Consejos y
Corregidor de esta Novilísima Ciudad.- Año 1770".
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| Carlos Arvizu |
En el plano
de la ciudad del año de 1790 se registra el desarrollo de la Plaza con los
portales y el edificio de las Casas Reales como se construyó.
El Lic.
Martín Joseph de la Rocha fue corregidor del 23 de Diciembre de 1762 al 23 de
enero de 1777 fecha de su fallecimiento.
Le siguió el
Lic. José Ignacio Ruiz Calado
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Y en 1808
ocupó el cargo de corregidor don Miguel Domínguez., el famoso Corregidor de
Querétaro…
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El 14 de septiembre
de 1810, doña Josefa Ortiz de Domínguez llamó desde su recamara al alcalde
Ignacio Pérez con los fuertes taconazos que ya tenían acordado, y a través del
agujero de la llave le pidió, que ensillara su caballo y se fuera lo más rápido
posible a San Miguel el Grande a enterar al capitán Allende que la Conspiración
había sido descubierta y con este hecho dio el arranque de la Independencia de
México.
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EI 27 de
Junio de 1821, el entonces general don Agustín de Iturbide sesionó en este
Palacio. En este mismo año se convirtió en Palacio de Gobierno, por la Consumación
de la Independencia.
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EI 14 de
octubre de 1856 el palacio fue ocupado por el general conservador Tomás Mejía,
y sus archivos, sobre todo los relativos a la independencia, fueron saqueados y
destruidos por la tropa.
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Nuevamente el
2 de Noviembre del año de 1857, Tomás Mejía atacó el palacio y lo tomó, pero en
una acción muy valiente del general José María Arteaga, los restituyó a las
fuerzas republicanas.
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El primero de
mayo de 1867, el Emperador Maximiliano condecoró ahí a sus oficiales por
méritos en campaña.
En 1868 se
convirtió en Palacio Municipal al trasladarse los poderes estatales a su nuevo
edificio, ubicado en la esquina de Madero y Ocampo.
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En 1876
fungió como Palacio Nacional cuando don José María Iglesias instaló en él su
gobierno.
En 1888 el
Gobierno adquirió una casa de la calle Pasteur que era un largo chorizo que
impedía a Palacio tener fachada por esa calle; hoy lucen en ella ocho balcones
en lugar de uno.
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El 25 de
julio de 1981, después de una acertada restauración, realizada en el gobierno
de Rafael Camacho Guzmán, y dirigidos el proyecto y la obra por mi estimado
amigo el Arq. Luis Alfonso Fernández Suirob, volvió a ser Palacio de Gobierno y
fue reinaugurado por el Presidente de la República, el Lic. José López Portillo.
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| El Adobero |
En la fachada
principal se encuentra en la planta alta el magnífico balcón desde el cual cada
noche de 15 de septiembre, el gobernador en turno conmemora el grito de la
independencia.
El conjunto
se compone de tres patios:
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| Sarbelio Moreno |
El patio principal
que vestibula el acceso de la Plaza hacia los interiores del palacio.
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| El Adobero |
Actualmente
en este patio se ubican los murales que narran la historia de México de la
Independencia, la Reforma y la Revolución. Obras del pintor Víctor Cauduro.
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| Sarbelio Moreno |
El patio
norte oriente, hacia la derecha del acceso principal, que aloja la zona privada
de palacio, en la planta baja y en la planta alta.
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| Sarbelio Moreno |
El patio norte
poniente, hacia la izquierda del patio principal que corresponde a la zona
donde se ubicaban las Cárceles reales.
GOBERNADORES QUE HAN RESIDIDO EN EL
PALACIO DE LA CORREGIDORA:
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| El Adobero |
-
Rafael
Camacho Guzmán
-
Mariano
Palacios Alcocer
-
Enrique
Burgos García
-
Ignacio
Loyola Vera
-
Francisco
Garrido Patrón
-
José Eduardo
Calzada Rovirosa
-
Jorge López
Portillo Tostado
-
Francisco
Domínguez Servíen
LEYENDA:
El Túnel
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Se dice y se
cuenta que en las mismas Casas Reales, en el patio que coincide con la
majestuosa y única casona de los "Cinco Patios", existe un túnel que
conecta ambas por la parte posterior y se pierde en terrenos de la casa de un
solo piso con amplio portón y marco de cantera labrada, que pertenece a la
familia Maciel.
Así mismo se
cree que existe un túnel que une el Palacio de la Corregidora con el convento
de San Francisco y hacia muchas casonas más y además al Cerro de las Campanas…
Hasta no ver
no creer.
ANÉCDOTAS:
Los taconazos de Doña Josefa
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Alguno de los
gobernadores que fueron los huéspedes de este palacio, me contaba en cierta ocasión,
que una de las trabajadoras encargadas de la limpieza se quejó ante él de que por
las noches se escuchaban fuertes taconazos provenientes de la plana alta y que
creía que era al ánima de Doña Josefa…
El gobernador
la escuchó atentamente y le dijo para darle confianza que no se preocupara.
El gobernador
mandó llamar al más viejo de los trabajadores y le preguntó a cerca de la
versión de su compañera. Éste le dijo:
- Ay gobernador, puede que sea cierto lo de los
taconazos, pero ¿de Doña Josefa? Lo dudo… hubo un gobernador que por las noches
usaba tacones altos… ¡y no precisamente para montar¡
¡Si estas paredes pudieran hablar… dirían lo que la historia ha callado
por siempre!
La Cárcel.
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| Guadalupe Ramírez Álvarez |
A este
Adobero le tocó llegar a Querétaro en el año de 1971, cuando éste edificio era
la cárcel del estado. Ésta se trasladó, para iniciar las obras de restauración
de este edificio al Centro de Rehabilitación Social de San José el Alto, el
cual ya había iniciado su construcción durante el gobierno de Antonio Calzada
Urquiza.
En esos
tiempos de cuando era cárcel, servía también para encerrar a los borrachines
trasnochados y románticos, que no pagaban la cuenta a los cantineros o a los
mariachis en sus aventuras románticas. A este servidor le tocó ir a sacar
varios amigos de esa cárcel pagando la multa correspondiente. Omito los nombres
porque ¡ahora son gente muy respetable!…(je je je)
Los vecinos incómodos.
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| Colección Sergio Arellano |
Varios
compañeros de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro y
el Adobero, allá por el año de 1971, vivíamos en la planta alta de la casa
ubicada en la esquina de las calles 16 de septiembre y Pasteur, frente al
templo de la Congregación para compartir gastos y una que otra aventura…
Resulta que
se nos agregó un amigo proveniente de Celaya y que estudiaba administración de
empresas. Resulta que dicho amigo tenía un gusto muy especial por las plantas,
tal era su afición que tenía varias macetas de esas plantas en la azotea de la
casa, la cual casi colindaba con el muro norte de la cárcel.
Los guardias
que hacían el rondín en los muros altos de la cárcel nunca se dieron cuenta que
en las macetas tan exuberantes y verdes, que estaban frete a sus narices, lo
que cultivaban eran matas de mariguana… bueno eso creímos… que nunca se dieron
cuenta.
En siguientes publicaciones continuaremos con
la relatoría de otras casonas en el entorno de la Plaza Mayor.
Hasta el próximo adobe…
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