Este 25 de julio de 2016 conmemoramos el 485
aniversario de la fundación de la ciudad de Santiago de Querétaro. Esto me ha
motivado a desarrollar para ustedes el presente artículo a cerca de este hecho
tan importante y tan lleno de leyendas y fantasías que han empañado los hechos
realmente acontecidos.
Creo
necesario participar con ustedes de una inquietud que me nació cuando inicié
esta aventura llamada El Adobero:
A estas
alturas de la vida, me siento muy agradecido con Dios y con la vida por haberme
permitido llegar a Querétaro, estudiar, hacer mi familia, crecer como persona y
como profesionista.
Plano de Querétaro en 1970 |
Llegué a esta
ciudad, cuando era realmente muy pequeña, la décima parte de la zona urbana actual,
en el año de 1971. Su zona urbana densamente poblada, se encontraba entre las
calles Av. Universidad al norte y parte de la otra banda, Carretera
Panamericana al Sur (actual Av. Constituyentes), la Av. Ejército Republicano al
oriente y la Av. Tecnológico al poniente. Existían, tanto el Libramiento a San
Luis Potosí (actual Bulevar Bernardo Quintana) y la carretera a San Luis Potosí
(actual Av. 5 de febrero) como elementos detonadores del futro desarrollo de la
ciudad.
Una ciudad
muy pequeña, con costumbres muy arraigadas en la gente de bien, con una
universidad pequeña, un instituto tecnológico en ciernes, en fin una ciudad
provinciana.
Esta ciudad
creció al mismo tiempo que yo. Llegué siendo un adolecente de 16 años, y fuimos
creciendo juntos y muy de la mano.
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Nunca en mi
vida tuve el tiempo necesario para estudiar cómo fue que nació esta ahora gran
ciudad, llamada Santiago de Querétaro; solamente conocía la leyenda del dominio
popular de la fundación que yo siempre creí que había sido en el barrio de la
Cruz y que el indio de piedra que da la bienvenida a los visitantes Conín era
realmente la imagen del fundador de la ciudad; hasta ahora en que la curiosidad
y el deseo de conocer la historia de esta ciudad a la que amo con toda mi vida
(literal y realmente dicho), me han motivado y quiero compartir con ustedes
esta cara de la historia de Santiago de Querétaro.
QUERÉTARO, ANTES DE LA FUNDACIÓN:
En este
principio el siglo XXI, es importante exponer varias realidades y dar la justa
dimensión a la colonización española de estas tierras.
El Adobero |
Primeramente,
y en el tiempo anterior a la llegada de los colonizadores, estas no eran unas
tierras despobladas, ni se encontraban dispuestas a la libre ocupación y
posesión de quien llegara a hacerlas suyas, por la buena o por la mala, y mucho
menos “para la gracia de dios”.
Además los
pobladores, no eran animales ni “naturales” salvajes, sin esencia humana que
los calificara como hombres. Tenían su cultura, sus creencias, sus ciudades,
pueblos, aldeas y caseríos.
Sus
pobladores no eran un pueblo homogéneo y unido, sino que eran un conglomerado
de pueblos, cada uno con sus costumbres, religión, formas de convivencia y sistemas
de gobierno. No existía el concepto de una gran nación.
En la
geografía de antes de los españoles, el sitio donde posteriormente se ubicó
Querétaro estaba en los límites entre Mesoamérica y en la frontera sur de la
Gran Chichimeca.
Carlos Arvizu |
Esta zona se
encuentra entre dos asentamientos indígenas existentes en la zona, el primero
se ubica en la zona de La Cañada y el segundo en la zona de El Pueblito, donde
se ubica el centro ceremonial actualmente conocido como El Cerrito.
Encontramos que
en la comarca de Querétaro había mexicanos, tarascos y otomís; pero todos ellos
hablaban con temor de los salvajes chichimecos que asolaban la región y vivían
en estado nomádíco y salvaje. Estos misteriosos chichimecos, que han sido
identificados como aquellos de los pames que conservaban mejor la vida nomádica
y asimismo con los guamares y cuachiles, no viven en poblaciones y por ello, no
pueden tomarse en cuenta como antecesores de la fundación de ningún pueblo y
menos del de Querétaro.
En el
documento más antiguo que da noticias precisas de la fundación de Querétaro, el
códice Mendocino, se dice que en el año de 1442, durante el señorío
de Moctezuma hijo de Huichilihuith,
señor que fue de México, conquistó y ganó por la fuerza de armas treinta y tres
pueblos
Entre esos
pueblos estaba Xilotepec, Hueychapan y Tlachco (nombre con el que se conocía a
Querétaro), al que redujo a la devoción mexicana, fortaleciéndolo como frontera
y término de su imperio contra los insultos de los michoacanos y chichimecas…
El Rey de
Michoacán estableció allí un puesto fortificado, que sirviera de frontera
contra el Imperio Mexicano y de puesto avanzado contra las incursiones de las
tribus bárbaras de los chichimecas. Hay pocos datos sobre la vida y actividades
dé los tarascos en Querétaro.
Sin embargo, la tradición
refiere que cuando Moctezuma II quiso vengarse de la derrota que le infirieron
los tarascos, preparó otra expedición que rápidamente se dirigió hacia el
norte, logrando sorprender las tropas de los purépechas, que guarnecían a
Querétaro, cuya plaza cayó en su poder. Los tarascos no tardaron en presentarse
con su ejército, trabando reñido combate con los mexicanos el que se prolongó
por muchas horas, siendo tan grande el número de flechas que oscurecieron el
campo de batalla
Se dice que el festejo de
esta victoria, se realizó con sacrificios humanos hechos a los derrotados.
Esta
población sometida por Moctezuma pertenecía a la provincia de Xilotepec y por
lo tanto sus habitantes forzosamente debieron ser otomís.
Por lo
anterior podemos decir que los fundadores más remotos de Querétaro fueron
otomís.
Los acolhuas,
huestes de Moctezuma, a la derrota de Tenochtitlán por Hernán Cortés,
abandonaron Tlachco y dejaron a los otomís a merced de los chichimecas, los que
arrasaron su población hasta sus cimientos, es por ello que no se han
encontrado vestigios de estos primeros asentamientos.
En una
narración denominada “Descripción de Querétaro” en el año de 1582, cincuenta y
un años después de la fundación oficial de la ciudad, por el escribano público
Francisco Ramos de Cárdenas, se dice que un indio otomí, nativo del pueblo de
Nopala, de la provincia de Xilotepec, llamado Conin, que significa “ruido”, era
un mercader que antes de fundar Querétaro, traía sus mercaderías a tierras de
los indios chichimecos, los cuales no reconocían vasallaje a nadie y vivían
como tribus nómadas.
En una descripción
genealógica de Don Fernando de Tapia (Conin) y de Don Nicolás de Luis Montañez,
conquistadores de Querétaro, se dice que Fernando de Tapia fue hijo de Don
Antonio Cortés y Doña Francisca Villaseñor, padres también de “La Malinche”,
por lo tanto es de suponer que Fernando de Tapia y La Malinche eran hermanos.
Conín se
asentó varios años en unas cuevas que están en La Cañada, junto con sus
familiares y parientes y un buen número de otomís que huyeron cuando la
conquista de los españoles a refugiarse en ese lugar.
En este lugar
construyeron un cercado de paredes bajas donde jugaban a la pelota, que en
otomí se llamaba “maxei”, y al lugar le llamaron “Andamaxei” que significa “el
mayor juego de pelota”.
A ese
primitivo poblado también se le llamó “Andamaxei” porque en La Cañada, el lugar
a donde llegó primeramente Conin, se encuentran zonas con grandes peñas que
simulan un gran juego de pelota.
Por
todo lo anterior, debe considerarse que la colonización hecha por el
indio Conín no fue la primera colonización otomí que hubo en Querétaro, pues no
puede prescindirse de la preexistencia del poblado otomí que se ha descrito.
LA COLONIZACIÓN Y FUNDACIÓN DE
QUERÉTARO
Al
derrumbarse los mexicanos y los tarascos, solamente quedó en pie el asentamiento
donde Conín llevaba varios años con sus otomís en La Cañada, cultivando buenas
relaciones con los nativos chichimecas a los cuales les pagaba cierto tributo
en maíz, frijoles y chile.
Por el año de
1529 vino a La Cañada el encomendero de Acámbaro, Don Hernán Pérez de
Bocanegra y Córdoba y trajo consigo algunos indios de ese pueblo, los
cuales, al ser de origen tarasco, pusieron el nombre de “Querenda”, que significa peña, al lugar donde residía Conín
Con la
aparición de este poderosísimo encomendero y gran terrateniente y su alianza
pacífica con el indio Conín se marca la primera etapa de la colonización
española en Querétaro.
Conín
reconoció como su señor a Don Hernán Pérez de Bocanegra y se le sometió de
manera pacífica, junto con todos los otomís que estaban con él.
Heraldo de Navidad 1948 |
El
encomendero Bocanegra buscó religiosos franciscanos que predicaran el evangelio
y convirtieran al cristianismo a los indígenas.
El fraile
empezó a bautizar y puso por nombre Don Hernando a Conin, Hernando por Hernán
Pérez de Bocanegra, y por sobrenombre “de Tapia” en honor a Andrés de Tapia,
uno de los capitanes de Don Hernando Cortés.
Heraldo de Navidad 1948 |
De estos
religiosos sobresale Fray Jacobo Daciano, de quien se dice fue quien
bautizó a Conin. Aunque otros cronistas dicen que fue Fray Juan de San Miguel.
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Hay un personaje
que también fue muy importante en la pacificación y fundación del pueblo de
Querétaro, Don Juan Sanchez de Alanís, el cual por instrucciones de
Hernán Pérez Bocanegra Se quedó en La
Cañada con Fernando de Tapia para preparar la conquista y pacificación del
territorio de los chichimecas.
Se dice que
la razón de la fundación de un nuevo pueblo fue que debido a la fertilidad de
la tierra de “Andamaxei”, muchos
otomís se vieron atraídos hacia estas tierras, por lo que Juan Sánchez de
Alanís y Fernando de Tapia acordaron fundar un nuevo pueblo en las fértiles
tierras del valle que se extendía más delante de La Cañada, lugar que se
encontraba infestado de chichimecas bárbaros.
Con la
autorización de la Real Audiencia de México, a Don Fernando de Tapia, le fue
otorgado el título de Capitán General de chichimecas. T con la recluta de
caciques que se ofrecieron de voluntarios a acompañarlo de Xilotepec y Tula,
así como muchos amigos y parientes suyos para salir a conquistar, no solo a los
de su nación sino también a los chichimecos salvajes, armados de arco y flecha,
y sus capitanes de espadas y armas de fuego, se pusieron en orden y proveídos
de bastimentos, comenzaron su jornada.
Plano de San Juan del Río 1592 |
Hicieron un
alto donde ahora está el pueblo de San Juan del Río, y ahí, valiéndose de los
religiosos de Xilotepec, y de las amistosas persuasiones de los caiques que
venían en esa expedición, sometieron sin combatir a los otomís que habitaban en
las orillas del río.
Este pueblo
quedó definitivamente fundado el día de San Juan Bautista, el 24 de junio de
1531, llamándose desde entonces San Juan del Río, por el dicho río que baña las
orillas del sitio
Uno de los
principales caciques que acompañaba en su empresa a don Fernando de Tapia era don
Nicolás de San Luis Montañez, indio otomí y señor de Tula, quien aportó un
numeroso contingente de tropas de su nación y que disputó el principal mérito
en la conquista y pacificación de los chichimecas a don Fernando de Tapia.
No debemos
olvidar que la verdadera cabeza y alma de toda la colonización en la comarca
fue el Encomendero Hernán Pérez de Bocanegra, quien usando de su talento
político, se sirvió de los caciques indígenas para llevar a cabo una gran
empresa, de conquista a favor de España, grandes extensiones de tierras, para
la cual seguramente no contaba con elementos suficientes.
En el año de
1529 se funda Huimilpan, y en 1531, Apaseo, Acámbaro, San Bartolo, Aguas
Calientes y otras poblaciones cercanas, situadas en Guanajuato, Michoacán e
Hidalgo, todas ellas sujetas a la jurisdicción de Xilotepec.
Los
conquistadores permanecieron en San Juan del Río un mes arreglando lo relativo
a gobierno y policía, repartiendo solares y ejidos y derechos de agua y varias
cosas relativas a esa conquista.
El 23 de
julio salieron con rumbo al poniente y pasaron la noche en Cerrito Colorado,
muy cerca de la actual Hacienda de El Colorado.
Desde ahí
salieron unos emisarios de Fernando de Tapia a conferenciar con el cacique
principal de las tribus chichimecas, Don Juan Criado, los cuales regresaron con
los delegados del cacique, siendo recibidos por Don Fernando de Tapia quien los
agasajó con un suculento banquete.
Como ya
estaba concertada con anterioridad la conquista pacífica de la región por don
Fernando de Tapia y Juan Sánchez de Alanís, cuando convivían con los
chichimecas de La Cañada, solamente se trató de darle cierta forma para que la
sumisión a España y su pacificación no apareciese efectuada sin lucha y
victoria.
Para ello
debió simularse un cómbate cuerpo a cuerpo en el que no se usarían las armas;
sino solamente a brazo partido. Propuesta que se aceptó de ambas partes.
Se preparó el
número de luchadores y el día 25 de julio de 1531, se enfrenaron cristianos y
gentiles en la loma conocida con el nombre de Sangremal, (que es en la que está
asentado el convento de la Santa Cruz) y puestos en fila en número igual de
combatientes, se trabó de una y otra parte reñida lucha en la que llegaron a
herirse a puño cerrado.
Las voces,
las cajas y los clarines resonaban entre tanto. Los que estaban a la vista
disparaban descargas cerradas al aire de sus armas de fuego y los indios
lanzaban sus flechas a lo alto enardecidos con la vista del combate. Y con la
polvareda que levantaban los pies, con el humo de la pólvora y con un eclipse
que parece hubo en ese tiempo, se oscureció el día causando congoja y pavor en
el ánimo de todos
Dice la leyenda:
Carlos Arvizu |
“En medio de esta oscuridad, observaron de repente, tanto cristianos
como gentiles, una claridad tan viva, que les llamó fuertemente la atención aún
a los mismos combatientes y vieron en el centro, suspensa en el aire, una cruz
refulgente, de color entre blanco y rojo, como de cuatro varas de largo, y a su
lado el batallador Patrono de España el Apóstol Santiago, jinete en su blanco
corcel, que ya en muchas otras ocasiones se había aparecido en las batallas de
los españoles contra los gentiles, decidiendo todas ellas a favor de los
cristianos.
Con este prodigio terminó la enconada lucha entre cristianos y
chichimecas y los caudillos del ejército conquistador tomaron posesión de
Querétaro en nombre del Rey de España; los chichimecos sometidos se pacificaron
y admitieron desde luego la luz del Evangelio que les propusieron los misioneros
y pidieron en señal de la paz que se les había propuesto, se les colocara una
cruz en la cumbre de la loma del Sangremal que era donde se había dado la
batalla y aparecido la Santa Cruz y el Apóstol Santiago”
Al día
siguiente Don Fernando de Tapia mandó hacer una enramada en la Loma del
Sangremal para celebrar ahí la primera
misa por Fray Alonso Rangel, bautizando en la mima ceremonia a una multitud de
“bárbaros” que habían sido preparados con anterioridad por Don Fernando y
Sánchez de Alanís.
En el altar
se había colocado una enorme cruz de madera que se labró de un pino traído del
cerro del Cimatario, pero esta cruz no fue del agrado de los chichimecas y en por
la noche la quitaron y escondieron.
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No quedaron
satisfechos hasta que se les hizo de unas grandes piedras de cantera, de tres
piezas y de forma ochavada, que es la que hasta la fecha recibe la veneración
de todos los queretanos en el Convento de la Santa Cruz.
En Querétaro,
como en todos los lugares conquistados, lo primero que hicieron fue señalar a
españoles e indios sus terrenos y ejidos; a cuyo fin, de acuerdo con el mandato
de la Real Audiencia, por voz de un pregonero convocó a todos los nuevos
pobladores; a efecto de señalarles terrenos y solares para sus casas y sembrados, a partir de lo que posteriormente fue la Plaza de San Francisco.
Después de
arreglar convenientemente lo relativo a culto, gobierno y policía del nuevo
pueblo, salió el ejército conquistador a la pacificación de la tierra adentro
al mando de los dos caciques Tapia y Montañez, realizando numerosas fundaciones
y colonizaciones.
A su regreso
don Fernando de Tapia dio cuenta a la Real Audiencia de los triunfos obtenidos
sobre los chichimecas y de los pueblos nuevamente fundados, concediéndosele en
recompensa de sus servicios el título de Gobernador del pueblo de Querétaro
y otorgáronle grandes mercedes de tierras, vasallos para su servicio como
pacificador, conquistador y dominador de esta comarca.
Fernando de
Tapia fue gobernador del pueblo de Querétaro (con alguna interrupción), hasta
el año de su muerte en el año de 1572, siguiéndole en el cargo, su hijo don
Diego de Tapia
Como
justificación a la conquista y pacificación, Don Juan Sánchez de Alanís en la
Relación de Méritos de Don Fernando de Tapia dice que:
“…vio a donde está fundado y asentado el dicho pueblo de Querétaro,
despoblado sin ninguna población perdido todo y hecho montaña y barrancos en el
dicho tiempo…”
- (Nada más falso que ello) -
¿HISTORIA O LEYENDAS?
La historia
de la fundación de Querétaro se ha ido conjuntando poco a poco y a través de
los siglos.
Hay pocos
testimonios fidedignos que nos permitan conocer la realidad de una historia.
La realidad
es que esta historia se desarrolló en medio de un proceso de invasión conquista
para nada pacífica. Por el contrario, todo el proceso de colonización fue a través
del terror y el derramamiento de sangre de los conquistados.
La imagen que
conocemos del indio Conin, la del monumento de piedra que da la bienvenida a
nuestra ciudad a todos los visitantes del sur, es por demás falsa y
contradictoria a la realidad.
Algunas aclaraciones a cerca del “notable
fundador” y de la fundación de nuestra ciudad:
·
Conni como
realmente se llamaba en otomí, primero no era nativo de Querétaro, era
originario del estado de Hidalgo, aunque algún cornista insinúa que pudo ser
tlaxcalteca, hermano de La Malinche. Como los primeros nativos que se unieron a
los invasores, para sobrevivir y para vengarse del imperio de los mexicas.
·
Fue un
colaborador importante de los invasores para la colonización de las tierras
otomís y chichimecas.
·
Su imagen,
cuando llegó a La Cañada, para nada era la de un indio con penacho y
taparrabos, sino que ya era un indio españolizado, reconocido por las huestes
españolas.
·
Fue un elemento
muy hábil en la política y en la negociación con los nativos de estas tierras.
·
La leyenda de
la aparición del apóstol Santiago en el cielo en la batalla del Sangremal, es solamente
eso, una leyenda.
·
Como
resultado de la valiosa gestión de Conni y participación en la conquista de
este y varios territorios, el virrey lo nombró gobernador de Querétaro y le dio
poderes para apropiarse de las mejores tierras y bienes de este lugar.
·
Por lo
anterior fue uno de los más grandes terratenientes que ha tenido Querétaro y su
poder se heredó a sus descendientes.
·
Sus posesiones
incluyeron las ricas tierras de Jurica que tenían manantiales de agua, con las
que regaban. Por eso se le llamó “lugar de salud”
·
A los nativos
los confinó en el Barrio de la Cruz a los que podían desempeñar alguna labor en
las casonas de los españoles y a los que solamente servían para las labores de
criados o peones del campo en el Barrio de San Francisquito. Hubo
desplazamiento de los indios chichimecas hacia Carrillo y Santa María Magdalena
y otros peones hacia Jurica.
·
Los frailes
fueron elementos muy importantes en la labor de conquista de conciencias y para
facilitar el proceso de colonización, como se hizo en todas las conquistas de
la edad media.
·
El objetivo
de la fundación de Santiago de Querétaro fue la apropiación de un valle muy
rico en tierras fértiles. Y que con el paso de los siglos se convirtió en un
punto de encuentro de los principales caminos y rutas de la Nueva España.
¡A pesar de Conni y de los
conquistadores, es justo celebrar la fundación de lo que ahora es una gran ciudad,
Santiago de Querétaro!
¡Hasta el próximo adobe!
Muy ilustrativo, saber de la fundación de Querétaro, pueblo que acoge a muchos Méxicanos.
ResponderBorrar¿Cuántos Connis existieron en la conquista? ¿Cuántos de ellos firmaron el TLC y la reciente reforma energética? No hay nada nuevo bajo el sol de una nación sin líderes.
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