El Adobero |
No soy, ni
pretendo ser, un erudito en el conocimiento de la historia de esta ciudad. Simplemente mi apasionamiento por ésta me motiva para difundir, en lo que esté a mi
alcance, conocimientos de muchos amigos que han dedicado su vida al estudio de
la historia de Querétaro y que con ese conocimiento se dé un real valor a su
cultura y a sus monumentos. Además de lograr que cada día más y más queretanos
y no queretanos se enamoren de esta maravilla que es Querétaro.
De entre los
amigos eruditos que he
consultado están:
Arq. Carlos
Arvisu García (+)
Lic. Juan
Ricardo Jiménez Gómez
Arq. Jaime
Font Fransi
Arq.
Margarita Magdaleno Rojas
Arq. Antonio
Loyola Vera
Lic. Manuel
Suárez Muñoz
Lic. Andrés
Garrido del Toral
Lic. Jaime
Zúñiga Burgos
Lic. David
Rafael Estrada Correa
Lic. Manuel
Naredo Naredo
Lic. Roberto
Servín Muñoz
Y muchos más…
Mi limitada
memoria y escasos estudios en el tema, me alcanzan únicamente para compartir
con todos ustedes la vida actual de los espacios, a partir del año 1971, que
fue cuando Dios me encaminó y me avecindó como un queretano más en esta ciudad.
Sin embargo,
espero que mi apasionamiento por esta ciudad, me ayude a compartir con ustedes una humilde recopilación de las investigaciones de los autores mencionados.
Ahora bien,
la presente es una actualización de uno de los primeros artículos de El
Adobero, publicado por allá del 9 de Octubre de 2015. Esta actualización obedece al deseo de profundizar un poco más a cerca de
los espacios, edificios y monumentos de esta maravillosa ciudad de Santiago de
Querétaro y no limitarme únicamente a la recopilación de fotografías antiguas y actuales.
El rescate y conservación de nuestro patrimonio
cultural edificado debe ser una obligación ciudadana no sujeta a la voluntad de
los políticos en turno, de los cuales, muchas veces es poco el interés en el
tema, ya que a su juicio personal, jalan más votos las obras dedicadas a que se
muevan los automotores que los pocos recursos aplicados a los monumentos.
Siendo éstos mudos testigos (considero que no tan mudos, si los sabes escuchar)
de la maravillosa historia de nuestra ciudad y de nuestro estado.
LA SEGUNDA PLAZA DE LA CIUDAD.
La Plaza Mayor
Segmento del plano de Querétaro del año de 1620. J. Font |
La traza original de la ciudad obedeció a los trazos
de los primeros pobladores indígenas.
De esa traza original emana la ubicación del
convento de San Francisco, la primera calle, la actual calle Juárez y la Plaza
de San Francisco, (ahora Jardín Zenea), generada para dar la importancia urbana al
templo.
Este
primer conjunto urbano se unía con la ciudad de México hacia el oriente
mediante el Camino Real (anteriormente la calle del Beodo, posteriormente la
calle del Biombo y actualmente calle 5 de Mayo)
Debido a que de la plaza de San Francisco
nació del concepto indígena de poblado, los españoles y criollos promovieron
que un espacio sobre ese camino real fuera destinado para ubicar las
residencias de los más sobresalientes potentados del lugar y de la época. Además de que les ayudara
en el desarrollo de sus actividades comerciales.
Segmento del plano de Querétaro del año de 1712. Carlos Arvizu |
Es por ello que en el perímetro de esta plaza
se encuentran ubicados muchas residencias de la más alta calidad arquitectónica
y monumental de la naciente ciudad.
Colección Sergio Arellano |
Otra
construcción de gran importancia sobre esta plaza, fueron las casas reales o
del cabildo, sede del poder real y del ayuntamiento, actualmente Palacio de
Gobierno.
La construcción
de esta plaza fue una de las obras de mayor relevancia realizada a finales del
siglo XVI y principios del siglo XVII.
Esta
plaza, no fue un espacio resultado de la planeación urbana del poblado, sino
que fue un espacio residual, generado a partir del entronque del Camino Real y
el camino a la Hacienda de Callejas (actual Hacienda de Carretas), debido a que
las recuas y carretas podían circular transversalmente en esta zona.
Segmento del plano de Querétaro del año de 1844. Carlos Arvizu |
La
delimitación y ordenamiento del espacio se dio mediante la confluencia de seis
elementos que coincidían en ella:
El Adobero |
En
el norte hacia el poniente el Camino Real (actual calle 5 de Mayo) que unía con
la Plaza San Francisco:
El Adobero |
En
forma perpendicular hacia el norte oriente pero sin hacer esquina con la plaza,
la actual calle de Pasteur Norte, que unía con el templo de la congregación.
El Adobero |
En
el extremo norte hacia el oriente el camino real con destino a la ciudad de
México (actual calle 5 de mayo hacia el convento de la Cruz).
El Adobero |
En
la esquina sur oriente, dos calles, una que llevaba directamente a la Hacienda
de Callejas, (Calle Pasteur Sur)
El Adobero |
Y la
otra hacia el oriente que se unía más hacia el oriente con el camino real a
México. (Andador Libertad hacia el Oriente).
El Adobero |
En
el sur poniente un calle que desembocaba con las tapias del convento de San
Francisco, actualmente el andador Libertad.
JARDÍN INDEPENDENCIA.
Colección Sergio Arellano |
El
28 de marzo del año 1812, en el espacio que ya se había trasformado en jardín y
espacio de convivencia social, se erigió una columna de 8 metros de altura en
conmemoración de la Constitución de Cádiz.
Posteriormente
en el año de 1843, sobre esa columna se colocó una estatua de Don Juan Antonio
de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila, benefactor de la
ciudad, nada más y nada menos que el constructor del Acueducto. (Lo cual será
tema de otro artículo)
En
la base de esta columna se colocaron cuatro perros de hierro que vertían
chorros de agua sobre la pila de la fuente.
Colección Sergio Arellano |
Durante
el sitio de la ciudad en el año de 1867 para derrotar al ejército imperialista
de Maximiliano, la estatua del Marqués fue destruida por una bala de cañón de las
tropas del ejército republicano.
Durante
muchos años se conservó la columna sin el monumento al Marqués de la Villa del
Villar del Águila.
En
el año de 1892 fue recolocada otra estatua del Marqués, fabricada de piedra con
pátina de pasta, sobre el basamento pero sin los perros,
Al
retirarse la columna fueron retirados también los perros de hierro, de los
cuales no se sabe el destino final, igual que el de la estatua original del
Marqués cuando se retiró de la Alameda.
Existe
la suposición de que la columna de este primer monumento es la actual columna
donde se asienta el monumento a Colon, ubicado primero en el entronque del eje
central oriente poniente de la alameda y la prolongación de la actual calle
Juárez, ahora calle Colón. Y posteriormente se reubica en el monumento al sur
de la Alameda Hidalgo. (Aunque eso es parte de otra historia)
Aunque
los testimonios gráficos nos hacen afirmar que, la columna era corintia, con el
fuste liso, y la columna sobre la que está el monumento a Colón tiene el fuste
con estrías. El capitel y el basamento si son similares, pero el fuste no, sin
embargo las proporciones son diferentes.
Conclusión,
la columnas sobre la que está actualmente Colón no es la misma que la que
soportaba al Marqués de la Villa del Villar del Águila en el monumento de la Plaza Mayor.
Colección Sergio Arellano |
Posteriormente,
como parte del proyecto de rescate urbano y andadores del centro histórico de
la ciudad, en el año de 1975 fue rescatada la traza de la plaza por el mismo
Antonio Calzada Urquiza cuando fue gobernador del estado.
Esta plaza de forma cuadrangular posee una
escala humana extraordinaria. Recién restaurada en su trazo y proporciones por
el Gobierno del Estado (2012), está enmarcada por tres
famosos portales:
El Portal Quemado, al poniente, llamado así
porque en un pleito entre comerciantes en el siglo XIX se incendió casi en su
totalidad.
El Portal de Samaniego, en la esquina de 5 de
Mayo y Pasteur que pertenecía a la familia del mismo nombre.
En la plazoleta inmediata a este portal se
encuentra la placa de la UNESCO que reconoce a nuestra ciudad como Patrimonio
Cultural de la Humanidad desde diciembre de 2006.
El simétrico jardín central es de trazo
radial. Cuenta con un diseño paisajístico que le da un ambiente de luces y
sombras muy atrayentes, las jardineras rematadas con cantera rosa permiten
sentarse para disfrutar del ambiente social y cultural que ofrece a diario. En
el centro de la composición se levanta la fuente del Marqués de la Villa del
Villar del Águila, audaz benefactor del siglo XVIII que realizó el acueducto,
con cuatro perros en la parte inferior que vierten agua al brocal ochavado de
cantera.
El Adobero |
En la siguiente publicación hablaremos de los
edificios históricos en el entorno de la Plaza, leyendas populares y el
disfrute actual de esta Plaza de Armas.
Hasta el próximo adobe...
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