EL ADOBERO RADIO

5 de julio de 2016

QUERÉTARO BARROCO. LA CASA JÁUREGUI

El Adobero

En emisiones anteriores platicamos de algunas casonas en el entorno de la Plaza Mayor, Las Casas Reales (o el Palacio de la Corregidora) y de la Casa Samaniego, la del portal de cuatro arcos.

En esta publicación continuaremos ahora en turno con La Casa Jáuregui.



HISTORIA:

Plano de Santiago de Querétaro, 1796

Este edificio se encuentra ubicado en la esquina oriente que conforma la calle 5 de mayo y la Av. Pasteur en el lado oriente de la Plaza Mayor, como se aprecia en la parte superior del plano anterior correspondiente al año de 1796.

No se tienen noticias de quienes fueron los originales constructores de esta residencia, sin embargo, por allá del siglo XVIII su propietario era Don Santiago de Villa Nueva Origay, quien la vendió a Don Pedro Antonio Septién Montero, Alférez Real en esta ciudad.

Cuentan las anécdotas que en el año de 1808, Don Pedro arrojó desde el balcón de esta su casa medallas de plata y cobre con la efigie del rey Carlos IV como regalo a la gente. Sin embargo, posteriormente fue acusado de ser uno de los conspiradores insurgentes.

Se dice que tres generaciones de la familia Septién ocuparon permanentemente la casa: Pedro Bernardino de Primo y Jordán y Felipa Jacoba Villanueva Terreros, los cuales cedieron la casa a su hija Gertrudis Primo de Villanueva, esposa de Pedro Antonio de Septién Montero y Austri, quienes en momento dado, la heredaron a su primogénito José Manuel Septién Primo.

Como era la costumbre de la época, en esta casa vivieron los abuelos, los padres, hijos y el servicio doméstico, sin embargo, no albergó a parientes lejanos o paisanos

 
Colección Sergio Arellano
En esta época la construcción tenía un torreón y mirador, en la esquina con el camino real (5 de mayo) y unos portales en la planta alta. Como se aprecia en la fotografía anterior, que es del año 1858, antes del Sitio de Querétaro.

Como consecuencia de un incendio originado por conflictos entre los comerciantes vecinos, estuvo varios años en ruinas.

Después de algunos años Don Timoteo Fernández de Jáuregui, descendiente del Marqués de la Villa del Villar del Águila, adquirió el predio y la reconstruyó incluyendo el portal actual ya sin el torreón.

Don Timoteo Fernández de Jáuregui fue seguidor de Maximiliano, suegro del juarista queretano Bernabé Loyola y dueño de las haciendas de Juriquilla, La Solana y El Fortín, construida en el remate de la pirámide de El Pueblito en el centro ceremonial El Cerrito.

Como un dato histórico, en esta casa, el 20 de enero de 1886 se inauguró la Escuela Normal del Estado.

Ya en el siglo XX ha tenido varios usos, desde casa habitación, hasta lonchería en algunos de sus espacios de la planta baja con frente al portal, clínica del ISSSTE, y recientemente como Palacio Legislativo sede del Poder Legislativo del Estado.

DESCRIPCIÓN:

Catálogo de Monumentos INAH 
De conformidad con el catálogo de monumentos históricos del Instituto Nacional de Arqueología e Historia, el inmueble tiene una superficie construida de 1,869 metros cuadrados sobre un terreno de 697 metros cuadrados.

La fachada principal se ubica en la calle de la Verónica (5 de mayo), parte de la casa y balcones se dispone también hacia la 1a. de Guadalupe, frente a plaza Mayor (Pasteur número 9, frente a Plaza de Armas).

La arquitectura de la construcción corresponde a la arquitectura del siglo XIX. Realmente solo se rescató del incendio los muros y cimientos de la planta baja. Que siguen siendo los originales del siglo XVIII.

 
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En planta baja tiene una doble sección de habitaciones, una con frente al patio central ventiladas con óculos y las principales con frente al portal, el cual está formado de siete arcos de cantera.

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En la planta alta, se tiene igualmente dos secciones de habitaciones, unas con frente al corredor en escuadra y otras con frente a la Plaza correspondiendo a lo que anteriormente era un portal en planta alta, el cual fue totalmente reconstruido y no tapiado como lo comenta algún autor.

 
El Adobero
En el remate de la fachada lleva molduras sobre las que se apoya una balaustrada, la cual es interrumpida en su parte central en la fachada que da a la plaza con un medallón donde se inscribe un simulacro de escudo de armas de la familia de don Timoteo Fernández de Jáuregui, con sus iniciales.

Sarbelio Moreno


Fue adquirida en el año 1982 por el Gobierno del Estado, en la administración de Rafael Camacho Guzmán y restaurada bajo la dirección del Arq. Luis Alfonso Fernández Siurob, para el uso de la Cámara de Diputados hasta el pasado año de 2015.


ANÉCDOTAS:


La Casa de Estudiantes.

Por los años setentas del siglo pasado, en la planta alta de la Casa Jáuregui, se habilitó una casa de asistencia para estudiantes en la cual una familia, de la que yo solamente conocí a la mamá y a la hija, Doña Inés y Mary.

Doña Inés, un dechado de dulzura y amabilidad con todos los estudiantes, unos que ahí mismo tenían sus habitaciones y otros que llegábamos solamente a tomar nuestros alimentos.

Mary, una chica norteña, grandota, guapa, y que bien sabía las armas que portaba. A más de cinco, no tan estudiosos, los traía sufriendo y no precisamente de hambre.

La costumbre era que conforme los abonados íbamos llegando, se iba tomando turno para sentarse a la mesa para que nos fuera servido el alimento correspondiente, generalmente comida o cena. Mientras tanto disfrutábamos viendo las caricaturas de los “Pica piedra” o “Speedy González” en la TV, que en esos años ya era a colores.

Entre los muchos amigos y compañeros, había uno en especial, aspirante a abogado en esas fechas, de buena labia, aunque no tanto de físico, que se desvivía en alabanzas para Mary.

 
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Mañosamente se sabía muchas poesías y las declamaba cual “Manuel Bernal”. La chica se alborotaba tanto que hasta la minifalda se descuidaba, para disfrute de todos los compañeros.

Con esas artes, el futuro abogado, del cual no recuerdo su nombre, presidente de la Federación de Estudiantes, futuro Secretario del PRI, futuro Presidente de la Federación de Colegios de Profesionistas, entre otras muchas funciones públicas, (de las privadas ya no tuve mayores noticias), se ganaba evitarse la fila para tomar asiento, comía en la cocina y se servía con abundancia y de lo bueno… De otros disfrutes ya no fui yo testigo…


La antigua cenaduría Don Blas.

Enfrente de la casa Jáuregui, en la esquina que hace el Portal de Samaniego con la casa vecina funcionó una cenaduría, típica queretana, que inundaba la Plaza de Armas de sus aromas y tentaciones:

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Tacos fritos en manteca, acompañados de verduras fritas cubiertas de queso ranchero, del de antes y crema de vaca contenta, con chiles jalapeños grandotes en vinagre. De papa, queso, picadillo, carne deshebrada, sesos, pollo… y no recuerdo qué otro relleno.

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Enchiladas queretanas, con mole de rancho, rellenas de pollo o queso de chiva, acompañadas de verduras, papas y zanahorias fritas y un buen trozo de pollo, pierna, muslo o pechuga.

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Pambazos o guajolotes, rellenos de carne deshebrada, verduras, chiles, queso, crema, bañados en salsa de chile guajillo, fritos en manteca y servidos escurriendo de todo el relleno.

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Gorditas de maíz quebrado, con papa, queso, frijoles chinos, acompañados con salsa molcajeteada y chiles en vinagre enteros con semillas y rabo.

 
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Pozole rojo, de maíz colorado, con el caldo donde se cocía la carne, en plato grande de barro, bien servido, con mucho cachete y carne, lengua y maciza, acompañado de limones de la Cañada, rábanos de Carrillo y cebollas frescas del día de El Pueblito, orégano de Peñamiller y unas tostadas de tortilla de maíz, fritas también en manteca, a llenar…

 
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Patitas en vinagre, de puerco güero, tiernas picositas, con verduras encurtidas en vinagre de piña, con nopalitos, papas, zanahorias, cebollitas, orégano, chiles jalapeños y serranos, ah, y un repollo de col de Santa Catrina…

 
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Todo acompañado de un refresco de La Victoria bien frío, de sidra, limón, naranja, grosella o sangría; o una común y corriente Coca… con un poquito de piquete sacado de un lugar bien escondido para que Blas no se diera cuenta, un chorrito de ron potosí…

Por allá del año de 1982, cuando el rescate de la Casa Samaniego, Blas tuvo que emigrar a otras latitudes, por los rumbos del Barrio de la Cruz, y actualmente ya es una gran cenaduría en donde se tienen que formar los parroquianos para lograr una mesa, pero con el mismo sazón de la cocina queretana.


¡Hasta el próximo adobe!



"PENSAMIENTO POSITIVO"

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