El Adobero |
Tal
vez estas fiestas, porque son dos, sean las más representativas y auténticas de
nuestro pueblo.
Su
nombre más apropiado no es noche de muertos, porque es una fiesta no una noche
y son dos días con sus noches, el día 1º de noviembre con la fiesta de todos
santos, o los muertos chiquitos y el día 2 de noviembre la fiesta de los fieles
difuntos o los muertos grandes.
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En la actualidad es una fiesta que
tiene su origen en la religión católica con las festividades de “todos santos”
el día 1 de noviembre y de los “fieles difuntos” el día 2 de noviembre.
Sin embargo la festividad a la muerte
realmente viene de nuestros antepasados indígenas.
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Las culturas mesoamericanas tienen
dentro de sus costumbres más arraigadas el culto a la muerte. En la cultura
mexica el culto a la diosa de la muerte era para la diosa Mictlantecihuatl, señora de la muerte y guardiana de los niños
muertos, de los bebes que eran amamantados en el árbol de la leche en el
inframundo, esposa del señor Mictlantecutli.
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Aunque existe la creencia popular de
que la diosa de la muerte era la diosa “Coatlicue”,
madre de Huitzilopochtli. Su nombre significa en náhuatl 'La de la Falda de
Serpientes'. Diosa terrestre de la vida y la muerte. (No es la diosa de la
muerte)
Sin embargo, en el mestizaje de
nuestra cultura, predominó el culto ancestral a la muerte y éste se convirtió
en una fiesta popular tal como la conocemos hoy día.
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El estado de Querétaro, no se ha
caracterizado por la subsistencia de las raíces indígenas que poblaban estas
tierras desde la época prehispánica. Por el contrario los conquistadores desalojaron
a los pobladores ancestrales y los confinaron en barrios determinados o hacia
otras tierras.
De esos barrios, donde los
colonizadores, apoyados por los frailes que los venían acompañando en esta
invasión, confinaron a los naturales tenemos hasta nuestros días: el barrio de
la Santa Cruz, El barrio de San Francisquito, ambos en el Cerro del San Gremal
lugar de la batalla de la conquista de Queréndaro, lugar de piedras o lugar
donde se juega la pelota., y a partir de esa fecha se llamó Querétaro.
El indio traidor que fraguó la
conquista de Querétaro “Conin” después fue castellanizado y bautizado con el
nombre de Fernando de Tapia. Este soldado y comerciante organizó los destinos
de tal forma que, los naturales que por su preparación pudieran servir para los
trabajos de las casonas o en los oficios que requería la construcción de la
nueva ciudad para los españoles, los ubicaron en esos barrios, donde
rápidamente se dio el mestizaje en esta región, y los que no, los mandaron
otras tierras como: la actual Carrillo Puerto, el pueblo de Jurica “lugar de
salud” y Santa María Magdalena” para que ahí habitaran los indios que podían
trabajar las tierras.
Al paso del tiempo, el mismo Fernando
de Tapia “Conin”, mediante engaños y triquiñuelas se hizo de esas ricas y
fértiles tierras, en las cuales solo destinó pequeñas superficies para las
chozas de los indios.
Estos pequeños resquicios de población
indígena se han conservado hasta nuestros días en la zona metropolitana de
Querétaro.
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Existen otras zonas con población
indígena en nuestro estado, en los municipios de: Amealco, Tolimán y Cadereyta,
En el Pueblito, Corregidora; en la Cañada, el Marqués; el Cerro de la Cruz en
San Juan del Río; el barrio de la Magdalena en Tequisquiapan. Algunos vestigios
de la población Pame en la Sierra Gorda, en Tancama, Jalpan; en Landa de
Matamoros.
Estas fiestas en nuestro estado tienen
tanto características meramente de nuestras raíces indígenas como su parte
castellana o mestiza.
Se han adecuado las diferentes
costumbres transmitidas hereditariamente de generación en generación hasta
llegar a la forma como actualmente celebramos a la muerte.
De nuestros antepasados indígenas
rescatamos la manera de celebrar, realmente como una fiesta de la que se pierde
todo sentido de tragedia, simplemente son dos días en los que vamos a recibir
en nuestro hogar a los fieles difuntos, niños y grandes. Pero es una fiesta.
Se dice que en el altar conmemorativo
tiene que haber siete escalones que significan los diferentes procesos para
poder acceder desde el inframundo hasta al descanso eterno.
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Si ustedes hacen una recopilación de
todas las versiones de la composición de este monumento verán que la variedad
de las versiones es tan grande, que podemos decir que en esto de las fiestas
cada uno de nosotros le podemos dar nuestro toque regional o inclusive personal.
Del
mestizaje
Dado que la fiesta actual obedece a lo
establecido por la iglesia católica tenemos elementos en este monumento que
viene de las raíces españolas.
El pan de muerto, biscochos de huevo
con mucha azúcar, con adornos en forma de huesitos.
El crucifijo en el altar, el santo de
la devoción del difunto.
El rosario colocado en algún lugar, su
devocionario o libro de rezos, agua bendita.
Los ornamentos negros o morados en
señal de duelo y lo lúgubre y el duelo de esta celebración vienen de esas
raíces.
De
la parte indígena:
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Tenemos el colorido y el sentido de
fiesta. Nuestros muertos vienen a visitarnos y por eso hay que festejarlos. No
hay dolor, hay regocijo.
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De estas raíces viene la forma en que
vemos los mexicanos a la muerte y nos reímos de ella.
De esta parte en el altar tenemos:
El copal que lo usamos para limpiar el
espacio en que llegarán nuestros festejados.
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El colorido del altar, papel de
colores, flores, adornos.
El agua ardiente, para que se pongan
contentos.
El café amargo, de la sierra, con
piquete…
La comida de su preferencia, o la
nuestra. Mole, tamales rústicos duros, carne seca, quesos, etc.
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Pan de indio: Pan con poca levadura y
pulque, horneado en horno de leña, con olor a humo, endulzado con agua miel,
adornado en color rojo.
Frutas y dulces, Calaveritas y ataúdes
de azúcar, frutas en miniatura de pasta de almendra con azúcar…
Y muchas cosas para los vivos.
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En especial en la ciudad de Querétaro
se cuentan muchas leyendas asociadas con la aparición de fantasmas: La Llorona,
La Carambada, La Monja bonita de Santa Rosa, Los Ahorcados de Zaragoza, la Casa
de la Zacatecana… Y en especial en estas fechas de los días de difuntos.
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Se tienen recorridos turísticos con
las leyendas queretanas, guiadas, ambientadas y actuadas por actores
queretanos.
Y podrás disfrutar de los platillos
típicos en los restaurantes y fondas aledañas al centro histórico de Querétaro.
Se dice que el día 2, sobre todo en la
noche, al llegar la visita del o de los difuntos homenajeados, si te agarran
descuidado, se te sube el muerto, esto es que sientes un gran peso en tu nuca y
poco a poco te quedas dormido y sueñas con el difunto, así es como te visitan
los difuntos, haz el intento y verás que esto es cierto…
¡Yo
ya lo sentí!...
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